
La sociedad civil reclama presupuesto y políticas de estado
Florencia Melgar, desde Río de Janeiro. Desde comienzos de 2008, doce organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la temática de explotación sexual infantil están reuniéndose para analizar la situación uruguaya y elaborar un informe para presentar en el III Congreso Mundial.
Como resultado de ese trabajo y en relación al informe que presentará el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia en el III Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, en dicha instancia estas organizaciones presentarán un informe que expresa la mirada de la sociedad civil.
En este documento las ONG presentarán el escenario actual a través de un racconto de los avances en materia de abordaje de la explotación sexual en Uruguay desde el primer congreso (Estocolmo, 1996) hasta el momento y hacen hincapié en las debilidades de las políticas de estado en Uruguay. Se trata de un documento que propone una evaluación de la situación en materia de violencia sexual, especialmente la explotación sexual comercial.
Las debilidades desde la visión de la sociedad civil
La falta de voluntad política es una de las principales razones que refuerza las debilidades que impiden hacer frente a la explotación sexual infantil en Uruguay. Esta falta de voluntad se materializa, por ejemplo, en la falta de presupuesto para implementar políticas de estado que encaren el problema profundamente y a largo plazo, porque ni siquiera hay presupuesto para llevar adelante el plan diseñado por por el propio Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia. Según estas organizaciones de la sociedad civil, la inversión en violencia doméstica y abuso intrafamiliar es mínima y en explotación sexual comercial infantil es inexistente.
Otra de las debilidades es la integración del Comité Nacional porque los miembros no tienen un rol relevante ni poder de decisión en los organismos que representan. Desde esta mirada la sociedad civil cuestiona al comité como mecanismo institucional para abordar la problemática.
La invisibilidad
Es necesario ver que la explotación sexual es también una cuestión de género y el sometimiento sexual y la inequidad entre hombres y mujeres son algunas de las razones por las cuales la explotación sexual infantil es poco visible y casi inexistente en la agenda política. Existe una mirada patriarcal de concepción tradicional que legitima el sometimiento sexual y en algunos casos lo naturaliza. La explotación sexual de niños, niñas y adolescentes sería funcional a un sistema social que la legitima y sostiene.
La invisibilidad evita que el problema sea tema de la opinión pública, porque “no molesta” como sí lo hacen los niños en la calle que generan inseguridad.
La hipocresía en torno al tema fue evidente y los primeros investigadores sufrieron los embates más fuertes. Si bien hay varias investigaciones posteriores, producto de esfuerzos individuales, el primero que impactó fue el 1995. En ese año, la investigadora María Elena Laurnaga publicó el estudio titulado “Prostitución de adolescentes y niños. Aproximación a un diagnóstico”.
La reacción inmediata fue la solicitud por parte de varias autoridades de pruebas de sus afirmaciones, aún así cuando esto significara revelar las fuentes.
El Plan
Si bien el Plan para la erradicación de la explotación sexual a niños, niñas y adolescentes se elaboró sin un diagnóstico que lo sustentara, las ONG manifestaron su conformidad con el mismo porque como sociedad civil tuvieron un espacio para aportar elementos conceptuales que reflejan los estudios en la materia y la experiencia de campo de años de trabajo con situaciones de abuso sexual.
En ese plan las ONG intentaron incluir un plan de acciones que fueran coherentes con la realidad de los diagnósticos parciales de la explotación sexual comercial que ellos fueron elaborando en el correr de años de trabajo de campo.
El Plan no tiene asignado un presupuesto para hacerlo efectivo, por lo cual quedó escrito en un texto que expresa la buena voluntad y la experiencia de sus redactores. Incluso hay instituciones comprometidas a llevar a cabo acciones para enfrentar la problemática que luego no ratificaron su compromiso con el plan y mucho menos pusieron en práctica lo estipulado.
Diagnóstico de situación
Está en vías de desarrollo un estudio de la situación de niños, niñas y adolescentes en situación de prostitución en las ciudades – frontera con Brasil, que es un proyecto del país del norte con el que Uruguay se beneficia. Si bien la iniciativa es muy positiva, este dinero no puede contabilizarse como presupuesto uruguayo destinado a la problemática porque proviene de la cooperación internacional.
Está en vías de desarrollo un estudio de la situación de niños, niñas y adolescentes en situación de prostitución en las ciudades – frontera de Uruguay con Brasil. Es un proyecto brasilero con el que Uruguay se beneficia. Si bien la iniciativa es muy positiva, este dinero no puede contabilizarse como presupuesto uruguayo destinado a la problemática porque proviene de la cooperación internacional.
Hasta el momento existen algunos estudios exploratorios parciales pero no hay investigación formal que permita conocer la magnitud, la dimensión y las características del problema de niños, niñas y adolescentes prostituidos en Uruguay.
Hasta el momento existen algunos estudios exploratorios parciales pero no hay investigación formal que permita conocer la magnitud, la dimensión y las características del problema de niños, niñas y adolescentes explotados sexualmente en Uruguay.
Respuestas primarias
El sistema educativo formal tiene algunas respuestas para detectar los casos de abuso sexual en términos generales desde setiembre de 2007 a través del “Mapa de Ruta”. Es un guía para los docentes de educación primaria para orientar a los docentes en un primer nivel de asistencia de un trabajo en red interinstitucional para la atención y prevención de las distintas situaciones de violencia que viven niños, niñas y adolescentes a nivel doméstico.
El sistema educativo formal tiene algunas respuestas para detectar los casos de abuso sexual en términos generales desde setiembre de 2007 a través del “Mapa de Ruta”. Es una guía para los/las maestros/as para orientar a los/las docentes en un primer nivel de asistencia de un trabajo en red interinstitucional para la atención y prevención de las distintas situaciones de violencia que viven niños, niñas y adolescentes a nivel doméstico.
Uno de los principales problemas es que el mapa no está generalizado, muchísimos maestros no saben de su existencia y no lo aplican. La falta de formación curricular de los docentes en estas problemáticas los limita para actuar sobre esta realidad. Es común encontrar maestras que creen que hay que estar realmente alerta a estas situaciones en escuelas de contexto crítico, cuando hay fuertes indicios e investigaciones que evidencian la transversalidad socio económico y cultural del abuso sexual infantil.
En esta misma línea las organizaciones de la sociedad civil denuncian la inexistencia de apoyos reales a la hora de tratar los casos. Las ONG detectan todo tipo de situaciones de abuso a través de su trabajo de campo diario pero no tienen lugares especializados a los que se pueda derivar a estos niños, niñas y jóvenes. El estado tiene una estructura pero según los técnicos de la sociedad civil, la falta de formación y de equipos especializados para abordar la temática vacía de contenido a esta estructura a la hora de abordar las situaciones concretas de abuso.
Incluso hay casos de denuncias de niñas que dicen ser abusadas por policías que las detienen cuando están en situaciones de prostitución en la vía pública. El policía las lleva al hospital Pereira Rossell, tras lo cual le cobra “el peaje” a la niña o adolescente pero no se animan a realizar la denuncia formal. En algunos casos incluso tienen naturalizadas este tipo de prácticas y los técnicos de las ONG se enteran cuando estas jóvenes consultan por otros temas en sus instituciones.
Caer en la red de la explotación sexual
Muchos de los casos de explotación sexual comercial tienen antecedentes de abuso sexual intrafamiliar por lo cual la explotación sexual comercial agrega el componente comercial a una práctica de abuso sexual que ya les es tristemente conocida. En muchos casos, luego de vivir situaciones de abuso sexual intrafamiliar sostenido, la gravedad de ser prostituido/a no se percibe en su real dimensión.
Este tipo de situaciones son difusas para las/los jóvenes quienes en muchos casos entablan relaciones afectivas con el hombre intermediario en la explotación. Además, habitualmente se genera un sentimiento (irreal) de poder de decisión porque las/los jóvenes creen que deciden quién es su cliente y quién no, invisibilizando su situación de víctimas como producto de su vulnerabilidad. Por otra parte, las/los jóvenes ven el sometimiento sexual como una manera de obtener cosas que necesitan. Las situaciones de pobreza y a veces de exclusión social son fuertes factores de vulnerabilidad en la explotación sexual comercial.
Además, según las ONG que trabajan con estos casos de abuso, las jóvenes muchas veces no denuncian porque se sienten cómplices de la situación porque “no fueron forzadas” sino que la práctica sexual se dio con su “consentimiento”, lo cual hace la situación aún más compleja.
Este hombre suele ser proveedor de alimentos y satisfactor de las necesidades básicas de la joven explotada y su entorno por lo cual se crea una relación de dependencia material y afectiva. A veces también hay hijos producto de ese vínculo. La comprensión de la complejidad de estos vínculos -donde la inequidad de género juega un rol importante- es necesaria para poder abordar las situaciones. Esta percepción difusa es la misma que sustenta afirmaciones del tipo “lo hace porque le gusta”, lo que legitima la explotación sexual adolescente.
La complejidad de los vínculos que se entablan en torno a la explotación sexual comercial y la falta de formación curricular de los jueces son los problemas que tiene que enfrentar el sistema judicial, que, según las ONG, muchas veces no es capaz de identificar las situaciones de dominación y /o de vulnerabilidad de estos/as jóvenes en situación de prostitución.
Indicadores de este punto de partida
Tanto el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia como la sociedad civil organizada tienen un rol fundamental en el abordaje y tratamiento de estas problemáticas de infancia y adolescencia porque, si bien los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho y sujetos activos, no tienen un espacio donde expresar que son víctimas y mucho menos formas para abordar el problema.
Como no está en la agenda política, el abuso sexual infantil se convierte en un tema del que todos somos responsables pero en el momento de accionar los mecanismos de contención es difícil de identificar dónde, cuándo, quién, cómo.
Según las organizaciones de la sociedad civil especializadas en la temática, en Uruguay no hay políticas concretas que muestren el compromiso político del estado con el abordaje de la problemática de la explotación sexual comercial infantil. Algunas de las principales políticas ausentes son:
Formación de equipos multidisciplinarios que trabajen en y para el estado.
Inclusión del tema en la currícula preescolar y escolar para prevenir.
formación docente que incluya el abordaje transveral de la explotación sexual comercial en coordinación con otras temáticas con las que se relaciona: abuso sexual no necesariamente comercial, la equidad de género y los derechos humanos.
Integración de la temática en la currícula de otras carreras, además de los docentes: abogados, jueces, asistentes sociales, psicólogos, sociólogos, médicos, etc.
Como la pobreza y la exclusión potencian la vulnerabilidad de los niñas, niños y adolescentes y los acercan a situaciones de explotación sexual comercial, la inversión social debe enfocarse no sólo al tratamiento del problema sino a estas mismas causas que mencionábamos y que generan las situaciones de vulnerabilidad: violencia doméstica, pobreza, exclusión, situación de calle y trabajo infantil.
Las ONG reconocen que INAU – Programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social amplió la cobertura dando más apoyo a las ONG que trabajan en la temática pero consideran que este esfuerzo aislado no suple la necesidad de políticas integrales de estado a largo plazo.
Por otra parte, la situación en el interior del país es una realidad aún más compleja de evaluar por su diversidad y ausencia de diagnósticos. A la hora de contener a las víctimas, la sociedad civil tiene aún menos herramientas que en la capital.
Las ONG uruguayas que están trabajando en las temáticas en torno al abuso sexual desde 1990, lograron en 18 años poner el tema tímidamente en la agenda pública y política pero la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes está en el punto 0 en materia de visibilidad y de abordaje público, según sostienen estas organizaciones civiles.
Por información sobre el III Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes - http://www.iiicongressomundial.net
El programa del Congreso lo pueden encontrar en http://docs.google.com/Doc?id=dgwkpcj5_75xfgswxgg
ONG que integran el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia
Juventud para Cristo – Programa Claves
Somos ONG
Foro Juvenil – Programa El Faro
ONG que forman parte del colectivo que preparó el informe de la sociedad civil para presentar en el congreso
Juventud para Cristo – Programa Claves
Programa El Faro – Foro Juvenil
Gurises Unidos
Casa abierta
Mujer Ahora
Somos ONG
Andenes
Arco Iris
IACI
Instituto Mujer y Sociedad
Obra Ecuménica
Casa Lunas
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